Motivos y Motivación
¿Para Qué Y Por Qué Emprender? Esa es la pregunta que nos hacemos muchos cuando no estamos del todo seguros de avanzar en ese camino; sin embargo, lo que si se tiene más claro es querer hacer algo diferente de lo que tradicionalmente estoy haciendo”. Léase bien: “hacer algo diferente de lo que estoy haciendo”, menuda tarea. Supone cambio o transformación desde el momento en que tomamos la decisión y durante todo el viaje. Y es que básicamente esas preguntas están relacionadas con dos palabras parecidas, “con significados completamente diferentes: motivos y motivación.
Muchos soñamos con emprender nuestro propio negocio como proyecto personal que nos catapulte a la libertad financiera. Muchos queremos desarrollar propuestas que generen soluciones a otras personas con un nivel de expansión que supera nuestras latitudes; sin embargo, no todos llegamos a cumplir con este sueño. ¿Por qué Emprender? implica muchos motivos que nos impulsan en este viaje, y ¿Para qué?, se acerca mucho más a la motivación que nos mantiene.
Motivos
Emprender implica una actitud “atrevida”, porque supone vencer los miedos a dar el gran salto. Vencer la parálisis que sientes justo a la orilla de la piscina para zambullirte en la incertidumbre. Supone tener la ilusión, la pasión, la motivación y los motivos para hacerlo. Estos motivos asociados al por qué tienen muchas respuestas, para la mayoría de las personas que quieren y/o deciden emprender, recurren a responder la pregunta con una respuesta tipo salvavidas. Una idea de negocio que en algunos de los casos es lo que comúnmente está haciéndose en el mercado y genera dinero con rapidez. Decimos: “quiero emprender porque tengo una idea para hacer más dinero o para independizarme”, o “porque me irá bien si me dedico a esta idea”.
Por experiencia como emprendedora, acompañando a otras mujeres en su proceso emprendedor, solo puedo decir que es aceptable tener una idea. Pero no es del todo válido hacerlo solo por eso porque no basta solo con tenerla. Es parecido a que alguien diga: “quiero ser compositora”. Al preguntar el motivo, te responda: “que se me ocurrió una idea de tema genial y de moda para una canción. Con esto quiero significar que la idea es el objeto del negocio, pero nunca un motivo del todo valido para emprender. Podría implicar ser un motivo que se convierte en un autoengaño evidente y demasiado habitual. Lo importante es tener claro que la idea es el vehículo de la actividad emprendedora, pero nunca una motivación sólida y duradera. Con el tiempo esta idea llega a transformarse en la medida en que vamos avanzando en el emprendimiento.
Ahora bien, les decía que responder la pregunta de ¿Por qué Emprender? implica motivos que pueden representar más vías de escape que otra cosa. Son completamente valido tenerlos, pero es importante considerar que no es suficiente. Estos motivos que se nos ocurren los podemos resumir en:
1.Estar en desempleado y tener que salir adelante.
2.El sueldo no alcanza para vivir.
3.Mi jefe resulta insoportable y no quiero más jefes en mi vida.
4.No me gusta el sitio donde trabajo, ni ninguno a donde consigo empleo.
5.No depender de ningún jefe (no soporta recibir órdenes). Ser yo la jefa que dé órdenes.
6.Compatibilizar la vida personal y profesional. Tener más tiempo para disfrutar en casa con mis hijos. Sobre todo, para nosotras las madres trabajadoras.
7.Tener libertad de horario. Poder ser dueña de mi propio tiempo.
8.Gozar de potestad para decidir cuáles son los días de vacaciones y descanso.
9.Ganar más dinero que trabajando por cuenta ajena, y de forma inmediata.
10.Querer recuperar el patrimonio que perdió la familia.
11.Demostrar que puedo llegar a ser una excelente empresaria o empresario.
12.Demostrar a mi mismo que sí puedo hacer algo diferente y productivo.
13.Demostrar algo a los padres, marido y/o familia.
14.Hacerse rico rápido, ganar mucho dinero en poco tiempo.
15.Contribuir al desarrollo económico de la comunidad donde vivo.
16.Dedicarse a un tema que gusta y al cual no es posible dedicarse si no es emprendiendo.
Probablemente me quedé corta, pero de seguro ya tienes identificados otros más. Todos y cada uno de estos motivos, nos ayudan a tomar la decisión, pero es importante tener claro que para Emprender se requiere mucho más. Porque, y esto que voy a decir es clave, el motivo que lleva a emprender guarda una relación directa con las probabilidades de éxito. En otras palabras, un motivo lamentable como los de la lista anterior suele ser un factor clave de fracaso.
Motivación
Es necesario tener clara además de la idea de negocio, el ¿Para qué Emprendemos? Es la motivación, lo que nos hace materializar esa idea y mantenernos en nuestro proceso. Junto con la ilusión y la pasión nos da el soporte para desarrollar un modelo de negocio que será probado y ajustado en el mercado.
Cuando tenemos en mente desarrollar algún Emprendimiento la motivación es ese motor que impulsa a trabajar en tu proyecto desde el amor y la pasión. Esa motivación surge desde el momento que te conectas con tu propósito de vida, lo que te gusta y sabes hacer. De allí viene el PARA QUÉ Emprender.
¿Cuándo tienes claro tú PARA QUÉ?, es necesario saber cómo la llevas a cabo y para responder esa pregunta hay mucha información. Para mí no hay una receta establecida. Eso depende de cada quién, sin embargo, sí creo necesario tomar en cuenta algunos tips de las personas que ya tienen un camino recorrido desde hace mucho más tiempo que tú. Estos se resumen fundamentalmente en:
- Trabajar en ti, tus creencias, actitudes talentos (Ser) y luego en tus competencias y conocimientos para dar el salto de emprendedor a empresario exitoso (hacer);
- Tu emprendimiento es el reflejo de quién eres tú.
- Ser sincero contigo mismo y decidir cuál será la dedicación en tiempo y dinero que le darás a tu proyecto. Si es el 100 o medio tiempo, ambas tienen sus consecuencias. Pero es necesario decidirse, eso sí, debes tener claro que en algún momento debes dedicarle 100%.
- Trabajar en tu modelo de negocio y si no sabes hacerlo apóyate en expertos y formarte para ello.
- Rodéate de personas que también son emprendedoras, y que están convencidas que sí se puede, porque se mantienen motivadas con lo que hacen. El primer saboteador es uno mismo y esa gente representa que si se puede conseguir lo que deseas a pesar de ti. El segundo saboteador a veces es la familia y amigos y de aquellas personas que lejos de apoyarte representan tus grandes obstaculizadores.
- Honrar y respetar a aquellos emprendimientos que ya tienen tiempo en el mercado y ofrecen una propuesta valor parecida a la tuya.
- Organizar tu tiempo de manera tal que no afecte tu calidad de vida individual y familiar, o te convertirás en un empleado de ti mismo. Eso de ser jefe de uno mismo puede tener un contrasentido para tu proceso, lejos de auto emplearte y llegar a explotarte, la idea es que seas un líder.
- No te aísles, no lo puedes hacer todo tú. A veces hay que ser humilde y pedir ayuda y contar con equipo de expertos. Otras veces es necesario hacer alianzas estratégicas con otros emprendedores para aligerar las cargas o para perfeccionar tu modelo.
- Emprender es un proceso de muchas renuncias y de soltar para avanzar. Eso se acerca a la frase de salir de la zona de confort, no es fácil, pero si esencial. Eso tiene que ver con tu actitud emprendedora y asumir la incertidumbre como parte de la realidad que te circunda.
- Entender que tener miedo forma parte del proceso, pero hay que saber usarlo a nuestro favor. Yo tengo miedo casi todo el tiempo, pero aun así decido tomarlo como mi motor de vida, mientras más riesgos tomo, el sigue allí, siendo mi motor. Para nosotros los emprendedores es una buena señal cuando decidimos mirarlo e incluirlo. Mientras más lo rechacemos, mientras más nos esforcemos por deshacernos de él, tendrá más fuerza toma para detenernos o sabotearnos. Sí decidimos actuar con miedo, lo que sucederá es que poco a poco iremos cambiando la relación con él. Cada uno de nosotros sabe lo que es el miedo porque vivimos con él día a día, se puede manifestar en nuestra mente y nos hace paralizarnos, o salir corriendo. Nos puede llevar a procrastinar o nos bloquea para tomar decisiones. No lo alejes, inclúyelo y gestiónalo a tu favor.
En conclusión, para responder las preguntas del Por Qué y el Para Qué Emprender tenemos que distinguir entre dos términos. Dos términos tan próximos en su fonética como distintos en su significado: motivo y motivación. Un motivo es un detonante, es una causa. Por ejemplo, el detonante de que la directora de oficina bancaria montase su cafetería fue el despido o jubilación anticipada. Pero otra cosa es la motivación, ella adora servir a otros en un ambiente relajante y de café. Ésta hace referencia a las ganas, a la ilusión, al deseo profundo de emprender. El motivo que provoca su decisión no es importante mientras haya una ilusión real. Las verdaderas motivaciones son: la ilusión y el deseo de emprender per se, como modus vivendi. Ahora puedes ver que lo que le mueve realmente a que una mujer decida ser una compositora es porque quiere dedicarse a componer canciones, no porque tiene la idea de una canción. El motivo es irrelevante mientras hay motivación, por eso Emprender es una actitud de vida.
Maria Sofía Salas